SOY

SOY- el sublime beso que tu esperas,

la pasión que te enciende en hora de que el …..

cuerpo se cimbre por el abrazo del deseo,

brillo en tu cielo de estrellas empapado de tus besos,

soy tu más hermosa razón de existir tu divina canción,

la alegría del beso puesto en tus labios,

que desbordan mil silencios…… mi amiga,

mi amante, mi eterna compañera,

soy quien alegra tu alma con el brillo de su mirada,

el que siempre está a tu lado……

Estoy, dentro de tu alma guardando

muy adentro un amor muy viejo

que nunca se ha marchado,

lo alimento con el tacto de mis dedos besando tu corazón,

enorgulleciéndome con devoción,

regalándote la luz de mi corazón,

eres mi ayer, mi hoy, mi mañana y siempre…

Somos, la belleza unificada, la paz, el amor vivido,

la música más hermosa, una dulce melodía,

el lenguaje sin palabras, con los ojos,

el lenguaje del cuerpo del uno para el otro,

bordando infinitos y bellos sueños de amor………

Alberto. P

….Feliz fin de semana…

Te Amo

la luna brilla intensamente,

al conjuro de sus ojos de ángel,

fueron ellos los que derramaron dulzura,

sembraron rosas tiernas,

con aromas, con esencia que hacen delirar,

embebiéndome el alma en un solo suspiro,

 haciendo de su piel una hermosa melodía,

que su voz sea música,

y su respirar esa sinfonía hecha suspiros,

cada noche el universo ha recitado

lo que escribo para ti,

solo, pensar en su nombre,

 soy alma y corazón, soy la  aurora….

Y despertarte con un beso de luz en la pupila,

 su mirada es mágica porque es difícil de olvidar,

porque es parte de su esencia,

de su belleza interminable,

su mirada es mágica,

 porque son como las estrellas,

que brillan en su propia luz,

porque me hace soñar de día,

como el cristal transparente….

 de la lluvia en su cascada,

cubriendo en éxtasis pleno

al estío con sus flamas,

sus ojos me susurran sin titubeos ¡!TE AMO!

Igual que el pétalo suave

que en un poema se escancia,

y que el vino destilando

de una caricia que aguarda,

 así mi corazón suspira,

y las voces que cantan ….

es el murmullo de un alma enamorada..

eres la ternura que domina mis locuras,

la brisa que acaricia mi piel sedienta, 

 me tiene en el dulce suspiro de sus labios…

 ella siente que la Amo,

pues me sabe de ella,

que la amo a pesar de este sórdido silencio……

 que ahora nos decanta la luna..

soy de ella en música y versos…

 Alberto Plaza

vestido estoy de cantos y poemas,

 y cada nota y verso te reclama,

 ataviada estas de luz y llama,

 cabalga en sueños, el aroma de tu cuerpo,

sombra de piel sobre mi piel desnuda,

tu tersa palidez reclama el roce,

de osada mano que deje huella indelebles,

 mi tacto es firme y a la vez es blando,

respondiendo al compás  de tus deseos,

despiertas sensaciones embriagado de tu aroma,

porque no me atrapas en tus húmedos sueños,

cuando se desliza por tu cuerpo el deseo,

y se incendia saboreándonos

enajenados, perdidos, embriagados,

cosas quiero como que andes mi cuerpo,

camino olorosos ardientes dibujamos,

espigas nacientes de fuego,

me arropas con tu vida y tu pasión de entrega,

descubro en tu cuerpo esa ardiente pasión que te desborda,  

este ardor que en derroche a tus pies se doblega,

te hago sentir las yemas de mi tacto en cada espasmo,

 desciframos la ardiente pasión…..

estallando de placer y amor…

Alberto Plaza

lagrima viva de la fresca aurora,

 a quien la mustia flor la vida debe,

y el prado ansioso entre el follaje embebe,

gotas de sol con sus reflejos dorados,

oculto entre sus rancios ropajes.

Yace el evangelio pagano enmohecido…

hacinando sobre sus fríos cadáveres…

los ecos efímeros de una hoja y una flor,

 flores donde la alegría cayo,

 y hojas donde aún habita la esperanza,

crepitando en el tiempo y que certera mutila…..

el candor del primer verdor,

nada en el mundo es único,

todas las cosas por ley divina,

se completan unas a otras,

porque no debería hacerlo lo mustio y lo verde,

mira los arboles besan el alto cielo,

ninguna flor seria hermosa si desdeñas a sus hermanos….

Y la luz del sol ama la tierra, 

por el exilio y la tentación,

de sentir en su alma la pasión de un albino amanecer,

 fluyen los recuerdos  que hacen del corazón su tumba,

lamentos que se deslizan sobre la penumbra,

susurrando la fría y seca muerte,

ahora la hierba crece y el vértigo circunda su tumba,

solo una lívida infiel le llora,

como el manto de un sol de primavera,

sobre la frente pálida calan los bucles de su blonda cabellera,

tibia estación que florece en pétalos y aromas,

que florece a los ojos de Dios, yo te daré la luz…

la vida nueva, mas dichas te daré que verdes hojas,

 los árboles frondosos a los nidos,

y la tarde al ocaso, nubes rojas,

se rasgara las brumas del invierno

dando paso al verde paraíso,

de un equinoccio de primavera…

que eleva fecunda la tierra yerma…

Alberto Plaza